Terapia con Cristales
 
 
Los Cristales llegaron a nuestro planeta mucho antes del comienzo de la vida humana, y por lo tanto su memoria espiritual es inequívocamente una única cosa con todos los eventos más importantes de nuestra Madre Naturaleza. De hecho, establecer la comunicación con los Cristales nos permite viajar hacia atrás en el tiempo inmemorial y experimentar otras dimensiones perceptivas.
Pertenecen al reino mineral, y cada uno tiene una vibración específica que afecta a nuestros centros de energía o Sefirot. Actúan sobre el ser humano estimulando y activando su capacidad de autocuración y expandiendo su energía, protegiéndolo contra diversas formas de negatividad. 
 
Resuenan con la composición molecular del cuerpo humano creando una vibración sutil que le permite ponerse en contacto con la memoria de las células, y se alinean con las Leyes Cósmicas estimulando nuestro campo bioenergético para poner en marcha un sinfín de información sobre la energía aparentemente dormida. Este fenómeno permite que las zonas bloqueadas, emociones estancadas, y /o rígidos estereotipos mentales que están anclados en el cuerpo, sean liberados para ayudar a la persona a sanar física y espiritualmente.
 
Los Cristales, interactuando con nuestra energía, crean campos de luz interior que nos permiten comunicarnos con nuestro Ser a un nivel más profundo de lo habitual, tomando conciencia de los recuerdos y experiencias – a menudo olvidados – que tienen una relación directa con la curación del cuerpo físico y, en consecuencia, ayudan a ver, comprender y tratar el origen  y la causa de lo que sucede en nuestras vidas, permitiéndnos ser protagonistas de nuestras propias experiencias y no vìctimas renunciatarias y/o «perdedoras».
Pero no sólo interactúan con nuestro cuerpo físico; también se extienden al campo del aura y a los cuatro cuerpos (físico, emocional, mental y espiritual), lo que nos permite el acceso a la multidimensionalidad de lo que somos, y nos muestra como verdaderos «seres holográficos»..
 
El Cristal puede complementar cualquier tratamiento médico tradicional u holístico, ayudando a los pacientes a aceptar y a preparar el camino de la vida por el que están pasando.
Los Cristales de Cuarzo tienen la capacidad de actuar como receptores, amplificadores y transmisores de energía. Por ejempo el Cuarzo Rosa puede facilitar las buenas relaciones entre las personas, absorbe la energía negativa (se debe instalar cerca de los equipos que producen radiación tóxica), ayuda a expresar las emociones y a superar la timidez, a comprender a los demás y a hacerse entender. En el plano físico, ayuda al corazón, a la circulación y a los pulmones; también favorece la vida sexual: durante siglos fue considerada la piedra de la fertilidad.
 
Los pueblos antiguos ya sabían que las Piedras o Cristales son una antigua fuente de energía que ejerce un gran poder sobre los seres vivientes. Un poder que se puede utilizar para promover la salud de los seres humanos, animales, plantas, etc. Aprender a usarlos significa llegar a tratar la enfermedad para restaurar la vitalidad, estimular y proteger a la mente contra las vibraciones negativas externas, y promover la ampliación de nuestra Conciencia.
 
Los cristales nos ayudan a recuperar el equilibrio en todas sus facetas o ámbitos: físico, emocional, mental y energético.  Las terapias que emplean los Cristales ayudan a equilibrar neurológicamente los dos hemisferios del cerebro para relajar todo el cuerpo, para permitir el mejor funcionamiento de los órganos y sistemas, para eliminar el estrés, para liberarnos de la ansiedad y de los pensamientos fijos, perjudiciales para desarrollarnos emocionalmente, aumentar la energía y vitalidad, o restablecer salud y bienestar. Una especie de Prozac natural.
 
Las Piedras y sus beneficios
 
Las terapias que emplean el Cuarzo ayudan a equilibrar neurológicamente los dos hemisferios del cerebro para relajar todo el cuerpo, para permitir el mejor funcionamiento de órganos y sistemas, para eliminar el estrés, para liberarnos de la ansiedad y los pensamientos fijos, perjudiciales para desarrollarnos emocionalmente, útiles para aumentar la energía y vitalidad, para restablecer salud y bienestar.
 
El cuarzo es uno de los tres grupos de la subclase de tectosilicati, que son los componentes más importantes de las rocas. Es considerado el más importante de los silicatos, y de acuerdo con la Gemología, se presenta en dos formas específicas: la fenocristallina y la criptocristalina. Muchas terapias consideran el cuarzo como un conductor de energía curativa. Las propiedades que se le atribuyen también son las de actuar como un puente de comunicación entre lo espiritual y lo material, entre el cielo y la tierra.
 
La amatista, que lleva el color púrpura como símbolo, es la piedra de la espiritualidad, la introspección y la alta conciencia. Ayuda a dormir y a recordar los sueños. Favorece la meditación y estimula la capacidad mental, opacada por la tristeza y la dependencia. Alivia el dolor y la tensión, la fatiga física y mental, ayuda al intestino, al sistema nervioso y al sistema inmunológico; se puede considerar una panacea psicosomática. En la antigüedad fue considerada protectora de las batallas, es por eso que los Cruzados la utilizaban como amuleto.
 
El cuarzo rosa facilita las buenas relaciones entre las personas. Absorbe la energía negativa y se debe instalar cerca de los equipos que producen radiación tóxica. Ayuda a expresar las emociones y a superar las relaciones sociales perjudicadas por la timidez, ya que ayuda a comprender a los demás y a hacerse entender. En el plano físico, ayuda al corazón y la circulación, los pulmones, protege la esfera sexual y durante siglos fue considerada la piedra de la fertilidad.
 
El ágata promueve la tranquilidad emocional. En tiempos antiguos, en la India fue considerado un excelente remedio para los ojos y en Egipto fue utilizada contra las picaduras de arañas y escorpiones.
 
El ònyx es considerado un aliado para resolver problemas prácticos.
 
La cornalina fortalece el carácter y las consecuencias de las pasiones excesivas. Da el poder para lograr cosas con coraje. Mejora la calidad y la circulación de la sangre, detiene el sangrado, se lleva el dolor de los cólicos, ayuda a la formación de glóbulos rojos, al intestino y a la digestión. En general, apoya el metabolismo.
 
La aventurina es un talismán real, promueve la creatividad y la capacidad de encontrar nuevas energías y afrontar la vida en una manera renovada y original, ayuda a la relajación y a recuperar las fuerzas, para encontrar la paz de la mente y hacer realidad los sueños. A nivel físico protege el corazón, y ayuda a prevenir los ataques cardíacos y la aterosclerosis; tiene efectos anti-inflamatorios y analgésicos. En los casos difíciles debe ser usada por largos períodos y puesta en contacto directo con la región del cuerpo afectada.
 
 El ojo del tigre tiene la capacidad de aumentar la concentración y el espíritu de iniciativa, para defendernos de los peligros y dificultades, y para dar ánimo para afrontarlos con confianza y determinación. Favorece la meditación. Libera de las dudas y ayuda a tomar decisiones importantes en las relaciones difíciles. Analgésico y sedante, atenúa los efectos del estrés sobre el sistema nervioso, y regula el sistema inmunológico.
 
La calcita azul se considera útil para eliminar las toxinas del bazo, los riñones y el páncreas. El contenido de calcio revitaliza el tejido óseo, amplificando la acción de las terapias osteopáticas.
 
El Jasper en el antiguo Egipto se utilizaba como un amuleto en forma de escarabajo sagrado: en la Edad Media fue la «piedra de los guerreros». Ayuda a ser fuerte y combativo, a encontrar el camino para conseguir los propios fines y para contrarrestar el mal. Favorece la oxigenación y la circulación de la sangre y la absorción de hierro, infunde energía y fuerza física.
 
El cristal de cuarzo o cristal de roca es el símbolo de la inocencia, la fe y la verdad por la transparencia, se utiliza para sanar y dar energía. Siempre ha sido utilizado por los videntes para «ver» la enfermedad. Muy eléctrico, es un transmisor de energía, ayuda a regenerar los tejidos del cuerpo, retrasa el envejecimiento, aumenta la resistencia a las enfermedades. Protege contra las radiaciones (por ejemplo, se debe colocar cerca de la computadora).
 
El Jade limpia los riñones, el hígado y el bazo. Protege la tiroides y el sistema nervioso, ayuda a aumentar la determinación para tomar decisiones. Trae prosperidad y suerte.
 
Los cristales tienen una fuerte capacidad de curación científicamente probada. Los pueblos antiguos ya sabían que las piedras son una antigua fuente de energía que ejerce un gran poder sobre los seres vivientes. Un poder que se puede utilizar para promover la salud de los seres humanos, animales, plantas, etc. Aprender a usarlos significa llegar a tratar la enfermedad para restituir la vitalidad, estimular y proteger a la mente contra las vibraciones negativas externas, y promover la ampliación de nuestra conciencia.